Hoy en "Aprendiendo a ser papás", te ofrecemos un interesante artículo, sobre el bebé y los juguetes. Nuestra colaboradora y psicóloga, Silvia Gimeno Siehr, nos cuenta qué juguetes necesitan nuestros bebés.
EL BEBÉ Y LOS
JUGUETES
A través del
juego, los niños no solo exploran. También se divierten, aprenden a relacionarse
con lo que les rodea, se ven continuamente inmersos en un mundo de fantasías,
en el que “juegan” con la realidad, la deforman, la crean. Este proceso está en
la base de la futura capacidad creativa y en la base de la personalidad de toda
persona.
Dada la
importancia del juego, los padres muchas veces se preguntan qué deben comprar
para fomentar el juego en sus hijos. Existe un amplia oferta lúdica para
nuestros pequeños. En las tiendas vemos con estupor cómo fila tras filas, los
juguetes se aglomeran sobre cargadas estanterías. Los padres y abuelos se
quedan asombrados, perplejos y no saben qué juguete les conviene, ni cuántos.
En primer lugar,
hemos de tener en cuenta que la capacidad de atención y de concentración de los
más pequeños es limitada y el riesgo de sobreestimularles grande. Por ello, si
el bebé se ve rodeado por montañas de juguetes, estará constantemente viendo y
deseando otro objeto que podría ser aún más interesante que el que tiene entre
manos. Habremos entonces impedido que el niño pueda explorar con tranquilidad
los objetos que tiene. Intentemos evitar volcar la caja de juguetes frente al
niño. Más bien permitámosle ir sacándolos él mismo a su antojo. Cuando veamos
que los juguetes se van acumulando en el suelo, los podremos retirar poco a poco
y guardar de nuevo en la caja, así tu pequeño podrá a explorar al máximo las
posibilidades de cada juguete y no perderse en un mar de objetos.
A veces los niños se aburren de un determinado juguete. Podemos guardarlo en el armario y volver a sacarlo pasadas unas semanas ¡Y veréis como el “viejo” juguete vuelve a ser interesantísimo para el pequeño!
Hacia el
final del primer año el niño se interesa mucho por el medio que le rodea. Los
objetos cotidianos se vuelven de sumo interés. Por ejemplo la cocina y sus
utensilios se convierten en un paraíso para la curiosidad del bebé. Podrías
rellenar los cajones más bajos de la cocina a los que alcance tu pequeño con objetos
que no puedan dañarle: Ollas pequeñas, paños, cucharones, tuppers, etc. Él
podrá abrir los cajones e ir descubriéndo qué hay en ellos.
¡La hora del paseo también puede convertirse en una auténtica expedición! Palos, hojas, piedrecitas, arena, nada pasará desapercibido para tu pequeño.
Incluso la
comida tiene cierto componente lúdico y es importante que los niños puedan
tener un espacio para “jugar” con la comida y descubrir sus características: la
humedad del arroz que se pega a sus deditos, la pasta que se escurre, el trozo
de manzana duro. ¡Los más pequeños pueden aprender a comer con los dedos antes
de ser capaces de vérselas con un tenedor!
Por todo
esto, concluimos que es innecesario hacer grandes inversiones en juguetes.
Bastaría con tener un osito de peluche, unos cuenquitos, una pelota suave, un
sonajero, libros con dibujos, un teléfono de juguete que haga ruidos al apretar
botones. No solo ahorramos gastarnos dinero inútilmente, ¡sino que apoyamos el
desarrollo óptimo y creativo de nuestros hijos!
Silvia
Gimeno Siehr. Psicóloga.
Consulta privada:
Juan Hurtado de Mendoza, 11 (junto a la plaza de Cuzco). Madrid
M: 677 431 656.
Pasa consulta en alemán, inglés y español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario