lunes, 15 de octubre de 2012

El desarrollo de los niños y la Música









La música habla un lenguaje que los niños entienden instintivamente. Sus vibraciones físicas, estructuras organizadas, seductores ritmos y sutiles variaciones, interaccionan con la mente y el cuerpo de muchas formas, alterando de manera natural el cerebro, algo que el aprendizaje por repetición, maquinal y unidimensional, no consigue. Los niños son felices cuando saltan, bailan, baten palmas y cantan con una persona querida en quien confían.
Así mientras la música los deleita y entretiene, contribuye a modelar su desarrollo mental, emocional, social, físico, y les da el entusiasmo y las habilidades que necesitan para aprender por sí mismos.

Está comprobado, que la música ayuda al niño pequeño a:

- Desarrollar la percepción y la inteligencia espacial.
- Mejorar la concentración.
- Facilitar el salto a la lectura y la expresión lingüística.
- Disminuir su grado de estrés  emocional o dolor físico, incluso en los primeros años.
- Favorecer su desarrollo motriz, como la agilidad y soltura con que aprende a gatear, andar, saltar y correr.
- Mejorar su capacidad lingüística, entre otras cosas su vocabulario, expresividad y facilidad de comunicación.
-Introducirlo en un mundo más amplio de expresión emocional, cratividad y belleza estética.
- Estimular sus dotes sociales.
- Mejorar su lectura, escritura, matemáticas y otras aptitudes académicas, así como su capacidad de recordar y memorizar.
- Introducirlo a las alegrías de la comunidad.
- Ayudarlo a forjar un sólido sentido de la identidad.

El médico, psicólogo y educador parisiense, el doctor Alfred Tomatis, estudió el hecho de que la voz sólo puede reproducir lo que puede oír el oído. El Dr. Tomatis continuó su estudio sobre la escucha y su fascinante relación con una amplia variedad de habilidades, entre ellas el equilibrio, la postura, la musicalidad, el enfoque de la atención, la capacidad lingüística y la expresividad. “El hombre camina erguido y se sostiene de pie gracias al oído”, escribió. “De igual modo, gracias al oído es capaz de expresarse, escuchar y pensar”. Su segundo hallazgo se produjo cuando centró la atención en la proximidad de los centros de audición y de las emociones en el cerebro, y descubrió que los transtornos de audicón suelen ser un reflejo de dificultades emocionales y viceversa. Para tratar bien uno, concluyó, es necesario tratar el otro.


Cuando un niño nace y a medida que avanza en edad, la música estimula y mejora su fisiología, su inteligencia y su comportamiento. Estos efectos son reales y medibles. Diversos estudios han demostrado, por ejemplo, que:

-         La música es capaz de calmar o estimular el movimiento y el ritmo cardíaco de un bebé en el útero.
-         Los niños que reciben clases de música manifiestan tener más habilidades motrices, más capacidad para las matemáticas y mejor rendimiento en la lectura que los que no estudian música.
-         Los alumnos de instituto que cantan o tocan un instrmento obtienen hasta 52 puntos más en los tests de aptitud académica que los que no lo hacen.
-         Por medio de electroencefalogramas se ha comprobado que en los cerebros de músicos adultos hay más coherencia en las ondas cerebrales que en los adultos no músicos, e incluso difieren anatómicamente en los casos en que los músicos comenzaron a estudiar música antes de los siete años.


Las Rutinas y La Repetición: Es importante, organizar rutinas. El niño pequeño, siente mucha seguridad cuando sabe qué le va acontecer. Y siente placer por repetir una y otra vez cada actividad. Esto se debe a que le agrada el sentir que su autoestima se refuerza, ya que al conocer la actividad que va a realizar, cada vez la lleva a cabo con más soltura y eficiencia.
Es interesante para su crecimiento, cantar en cada momento de su rutina. Podemos inventar letras de canciones que hablen sobre dicho momento, o que utilicen vocabulario conocido o palabras que a tu niño le gusten.
Cantar mejorará su expresión, su capacidad para utilizar el lenguaje, aumentará su vocabulario, y también lo calmará, relajará, y ayudará a gestionar sus emociones. Sobre todo en edades tempranas, tu canto lo llenará de calma y sensación de protección.


El Movimiento: Es importante incluir dentro de la rutina a la que nos referíamos, un momento de juego musical con mucho movimiento. Moverse al compás de música de calidad, o cantar mientras nos movemos, favorece enormemente al desarrollo motriz del niño. A su vez, aumentará su vocabulario cuando por ejemplo comience a conocer mediante el movimiento, cada parte de su cuerpo. El niño es holístico de manera natural. Por eso en su aprendizaje musical, necesita incluir el movimiento. Es un ser absolutamente interrelacionado. Mediante el movimiento, siente la música y expresa a través del cuerpo. Intenta en estos minutos al día que dedicas a la educación musical de tu niño, parecerte a él. Juega tú también, a dejar de ser adulto por unos minutos, y no temas tumbarte, rodar por el suelo, bailar sin parar… Disfruta con él del proceso, sin esperar ningún resultado. Es importante que además de tu amor, sienta tus ganas de jugar, tus ganas de bailar y de moverte junto a él. Los niños sienten placer por aprender. Disfrutan de cada nuevo conocimiento. Y lo hacen sin darse cuenta. Porque lo hacen jugando. Es importante que tu niño, a estas edades tan tempranas, se nutra y favorezca mediante actividades lúdicas, de los maravillosos efectos de la música. No es fácil para un niño pequeño mantener el equilibrio, moverse en el espacio y expresar sus emociones. Que tu niño se mueva escuchando música de calidad, tu propio canto, o al compás de un instrumento, mejorará su capacidad motriz, su capacidad para expresar mediante lo corporal sus emociones, y aumentará su autoestima. Ya que cuanto más disfrute, y mejor se mueva en el espacio, más seguro se sentirá de sí mismo. Y más se forjará su identidad.
La actividad física estimula la conexión entre la mente y el cuerpo. Los niños aumentan mediante el movimiento, su capacidad de resolver problemas.
El movimiento también es esencial para ayudar al niño a poner sus ideas en acción y así lograr un objetivo.
Es un medio esencial de comunicación y una de las primeras formas en que el niño expresa sus pensamientos y cómo se siente.
Con la práctica, los bebés adquieren cada vez más control sobre sus acciones.

El Ritmo: El ritmo ocupa un papel muy importante porque proporciona orden, serenidad, equilibrio. Éste ayuda a desarrollar capacidades motrices (caminar, correr, saltar...), actividades motrices especiales (juegos de imitación, destreza, precisión rítmica de los movimientos). El desarrollo del sentido del ritmo favorece la formación del sistema nervioso.
La educación del sentido del ritmo también incluye la educación auditiva: El oído se adapta al ritmo y posteriormente el cuerpo lo traduce en movimiento.
El movimiento rítmico ayuda al niño a tomar conciencia y hacerse dueño de su cuerpo, como instrumento musical y de expresión, proporcionándole una mayor agilidad psicológica que le ayudará al afianzamiento de la personalidad y a una mejor adaptación al medio socio-cultural.
El ritmo también tiene relación con la preescritura y el dibujo. A los dos o tres años realizan garabatos, pero poco a poco van tomando conciencia de la relación de su mano con los grafismos. Cuando los están realizando, si les hacemos oír una música apropiada, les ayudamos a efectuar otros movimientos más flexibles que van preparando al niño para la escritura a través de gestos y trazados que al mismo tiempo les van liberando de tensiones musculares.
Existen diversos elementos donde caminamos al ritmo de una marcha determinada y marcamos con el pie el acento musical...
Las actividades musicales rítmicas, fundamentales del ritmo musical que los niños pueden ir descubriendo: El pulso o tiempo (sucesión periódica de pulsaciones iguales), el acento (fuerza con la que se ejecuta uno de los pulsos), el compás o ritmo musical (división del tiempo en partes iguales)...
Los niños pueden relacionar el pulso con los pasos al caminar, el tic – tac del reloj, los latidos del corazón. Para trabajar el acento podemos realizar ejercicios sobre recitaciones de versos, canciones sencillas... También ayudará al estudio del mismo, juegos vocales, instrumentales y de movimiento tienden a desarrollar la belleza, el equilibrio, la armonía.... Por todo lo mencionado, el ritmo tiene una importancia extraordinaria dentro del desarrollo integral del niño.

La Creatividad: No sólo es importante realizar actividades musicales, con las que tu niño se mueva, cante, baile, trabaje el ritmo, toque instrumentos de pequeña percusión, para favorecer sus capacidades cognitivas, motrices, sociales y emocionales, sino que también, es importante servirse de la música, para desarrollar su creatividad y sensibilidad. Puedes poner música clásica por ejemplo, mientras realizas algún juego creativo, dibujas con él, realizáis algún collage…o cualquier actividad lúdica que le guste. Jugar con música de Mozart de fondo, por ejemplo, beneficiará a tu niño en todos los aspectos mencionados, como así también lo ayudará a desarrollar su gusto por la estética, la belleza, el arte, y lo hará más sensible y creativo. 
Ni los padres ni los hijos deberían pensar que la música siempre tiene que ser útil. Muchas veces es simplemente bella, y eso es más que suficiente



Romina Beltramone

Quien nació en Buenos Aires y vive desde hace diez años en Madrid. Imparte cursos de música y movimiento con idiomas, danza y movimiento, estimulación temprana y teatro para niños, en prestigiosos centros, como Grey Elephant, Debebé, Agugutamtam y Fun and Fit. También participa como guionista, directora y actriz, en obras de teatro para niños. Ha estudiado Arte dramático en Argentina, con maestros como Carlos Gandolfo, Augusto Fernándes y Raúl Serrano. Es bailarina de Danzas clásicas, claqué, jazz, funky y flamenco. Ha realizado cursos de Expresión corporal, Body percussion, Clown, Yoga de la Risa, Música, Ontología del lenguaje y Mimo corporal dramático. Habla inglés, francés e italiano. En la actualidad continúa sus estudios de Psicología en la UNED, y realiza la formación en Movimiento Expresivo y Técnicas psicocorporales para el desarrollo armónico, sistema Río Abierto. Es fundadora y directora de la empresa “Cielo Mágico”. Un equipo de artistas y educadores, con los que realiza actividades, cursos y talleres, eventos y obras de teatro educativas para niños.

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